Rosario García-Huidobro | Cartografías del rostro con Milagros
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Cartografías del rostro con Milagros

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Cartografías del Rostro
About This Project

Soy hija, hermana, madre, abuela, escritora, ensayista, traductora y catedrática de la Universitat de Barcelona. Conocí a Rosario como profesora del máster en Estudios de la Diferencia Sexual de Duoda (Universidad de Barcelona), por el medio de sus correos apasionados sobre su vocación por el arte y la enseñanza, inseparablemente.

Nos vinculamos desde un juego de disparidades libres en las que se entrecruzan el amor a la inspiración, a la política de lo simbólico, a la práctica de la relación, a la belleza, la política y a la vida del espíritu.

 

Con Milagros trazamos un mapa pensando en nuestra relación profesora-estudiante. Partimos en la frente (1) como un punto en común para hablar sobre la relación que nos unió durante el curso que hice con ella en el máster. Luego nos juntamos en mi ceja (2), para hablar de la confianza mutua que construimos a partir de los correos que intercambiábamos durante el curso. Luego, las dos nos movimos a un punto de sus labios (3), para conversar sobre lo que ella llamó la `ilusión´ en una relación pedagógica, aludiendo a mi deseo por aprender y el de ella por enseñar y compartir su experiencia. Luego nos movimos a mi ojo (4), para hablar de cómo en este camino hubo una larga búsqueda que pude encontrar a través de sus palabras. Así, el siguiente punto lo trazamos en su labio (5), para pensar cómo desde sus escritos y palabras como mujer, madre, hija y profesora, pude encontrar respuestas y nuevas preguntas en mi búsqueda. Luego nos movimos hacia las orejas (6) para habar de lo que significa salir de la alienación y desplazar nuestra experiencia como mujeres hacia el lugar del propio deseo. Por último, tras ese recorrido nos movimos a lo que ella llamó “la coincidencia entre ti y ti”, el espacio donde cada una se reconoce y vive con libertad. Para ello me desplacé a mi ojo (7) y así aludir a mi vínculo con la pintura, mientras que ella se situó en sus labios (7) para referir a su interés por la escritura.

 

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