El proyecto “Espacios de relación como espacios de conversa” lo desarrollé el 2014, tras realizar diversas entrevistas con las maestras de mi investigación doctoral. Luego de estas citas decidí pintar nuestros encuentros, pues, las palabras no eran suficientes para dar cuenta de lo que vivimos y conversamos en aquellos momentos.
Las cuatros mujeres, artistas y docentes que retrato e indago (VALENTINA, VICTORIA, MARÍA JOSÉ, ÁNGELA) son las profesoras junto a quienes investigué en mi investigación. A partir de sus experiencias y relatos buscaba comprender cómo han ido conformando sus saberes como maestras, desde su sentido como mujeres y sus prácticas artísticas. Sin embargo, lo que en estas acuarelas busqué indagar fueron los espacios de relación que vivimos y fuimos conformando durante las entrevistas. Cómo la mirada, el espacio y el estar, en presencia, nos traslada a nuevos saberes que emergen desde lo relacional.
Tuve la oportunidad de exponer la serie de VALENTINA y VICTORIA en la exposición colectiva de FEMART, en Caladona, 2015. Comparto algunas imágenes de la muestra y el video que se realizó para mostrar la colectiva
VER VIDEO FEM ART 2015 Contramemòria
Finalmente, el objetivo último de este proyecto es construir un libro para compartir, con otro(as) la experiencia.
Este libro se origina como imágenes que recorren el pensamiento.
Son imágenes que contienen diálogos que sólo el trazo del grafito y la acuarela fueron capaces de captar.
Son imágenes que no quieren dar espacio a palabras, y si las dan, son simplemente para entregar un pequeño detalle o un hilo de voz. No intento explicar las imágenes ni agotar su capacidad interpretativa.
Cada una de estas series corresponden a cómo viví la relación que fui formando con las protagonistas, profesoras y artistas, que colaboraron en mi investigación doctoral. Buscaba comprender cómo conformaban su saber docente y para ello nos reunimos en profundas conversaciones.
A través de la grabación de diálogos y fotografías pude reconstruir estas escenas, en las que confesaron una infinidad de verdades que ha sido imposible traducir en palabras. La potencia, fuerza y radicalidad de sus relatos no podían —ni merecían— aletargarse sólo en un plano escrito, vacío e inerte.
La apuesta por estas cuatro series es congelar sensaciones, expresiones, imágenes, momentos cruzados y simbólicos, a veces de conflicto y de no saber. Las palabras, aunque sean infinitas e inagotables en sus interpretaciones, a veces no alcanzan a cubrir lo que viví con ellas. Por sí mismas, no son capaces de contener ni expresar lo que vi en ellas.
Este libro es un intento de pintar nuestros espacios de relación, lo que para mí, sucedía en esos encuentros y espacios de tiempo simbólico. Dar cuenta de lo que realmente ahí ocurría más allá de las palabras.
¿Cómo se pintan los espacios de relación? ¿Qué son los espacios de relación? Eso es algo que, al día de hoy, aún no acabo de imaginar.